La Justicia Federal procesó al empresario Marcos Levín como “instigador” del delito de privación ilegítima de la libertad y tormentos en perjuicio de 17 de sus empleados durante los ’70, en La Veloz del Norte, empresa de la que era dueño.
También le impuso un embargo por la suma de 1.200.000 pesos. Así, Levín suma su tercer procesamiento por delitos de lesa humanidad, con una condena de 12 años de prisión en la primera causa (condena que fue apelada y luego anulada por Casación; ahora la Corte Suprema de Justicia debe tomar el caso).
La resolución del juez Julio Bavio alcanzó también al ex jefe de Personal de la empresa José Antonio Grueso y al ex comisario Víctor Hugo Almirón y al ex oficial auxiliar Enrique Víctor Cardozo, ambos estaban en la Comisaría Cuarta de la capital salteña.
El magistrado entendió que Levín junto a Grueso, Almirón y Cardozo había montado una maquinaria para perseguir y someter a torturas a los empleados que demostraban simpatía con el delegado gremial de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), quien era, en ese entonces, la cabeza visible del reclamo de los trabajadores de su empresa.
Mediante este “modus operandi” se confeccionaban listas de choferes y otros trabajadores, quienes eran detenidos ilegalmente, para luego llevarlos a la ex Comisaría Cuarta, donde era sometidos a todo tipo de torturas, con lo cual buscaban amedrentarlos para que dejen de apoyar los reclamos gremiales, o bien, los obligaban a confesar supuestos robos o fraudes cometidos en contra de la empresa.
El juez además indicó que se había iniciado una causa penal en la justicia por delitos de defraudación, acusación que sólo fue el disfraz legal para avanzar contra los empleados, tanto de Salta y de Tucumán, que eran sometidos a torturas. Todos estos hechos, según lo explicado por el juez en su fallo y lo expuesto por la fiscalía, sucedió entre los meses de enero y febrero de 1977, siendo enmarcados por ellos como delitos de lesa humanidad perpetrados en el marco del terrorismo de Estado.
“En el legajo se han reunido evidencias suficientes para sustentar un juicio de probabilidad sobre la existencia de las torturas denunciadas”, resaltó Bavio en su fallo. Indicó también que durante el juicio que llevó a Levín, Almirón y Cardozo a ser condenados, numerosos testigos “han declarado haber sido sometidos a torturas”.
“Se advierte que de los numerosos testimonios brindados por los empleados y ex empleados de ‘La Veloz del Norte’, no existen contradicciones esenciales, palmarias o evidentes que justifiquen invalidarlas, sino por el contrario, la mayoría de los testigos coinciden en que en la ocasión de ser detenidos por una causa seguida por la defraudación en perjuicio de la empresa ‘La Veloz del Norte’, fueron cruentamente torturados con el fin de que confesaran haber participado en la defraudación, suministrando información o inclusive para que involucraran a sus compañeros de trabajo”, explicó el juez.
Bavio resaltó lo expuesto por los testigos, entre ellos el hecho de que el mismo Levín solía esperar a los detenidos en la vereda de la ex comisaría Cuarta junto a los policías implicados, como así también se presentaba por la noche en la seccional.
Ante esto, concluyó que “Marcos Jacobo Levin, integró la empresa criminal en forma conjunta con el personal de la Comisaría Cuarta”, de una manera partícipe, instigando las detenciones ilegales y la aplicación de torturas.